martes, 12 de noviembre de 2013

LLUEVE CON SOL

Las viejas se casan. Sí, se casan cuando llueve con sol. Me lo dijo mi mamá cuando yo era chiquita y lo dice todo el mundo cada vez que gotea y entre las nubes color plomo asoma un bracito del astro rey. Y cuando una "señora" (que tiene el título por la fecha de nacimiento y no por haber pasado por el registro civil) finalmente se casa...vuelve irremediablemente a los 20. Porque por más que declare a los 4 vientos que tan feliz acontecimiento la agarra en una etapa "más madura" de su vida en la que "ya tiene claro lo que quiere" la verdad es que toda mujer que se precie de su condición, tiene una bridezilla guardada adentro, un bicho dormido que sale cual alien en la primer prueba de catering o visita a un potencial salón. Cuando en una reunión de amigas-familia todas me preguntaban sobre la "montaña" de detalles que habría que definir a continuación mi hermana muy sabiamente acotó: "puede que no tuviera novio, pero ya tenía el board de Pinterest con todita la fiesta planeada". Y sí... para qué negarlo, yo soñaba en digital, aunque la vida real me siguiera dando patadas. Y, distinta como soy, rara, como encendida (je) se me ocurrió hacer todo diferente, nada estandarizado. Y así me compliqué la vida...a mí y a mi futuro marido (por Dios que raro suena!). No quería salones, no quería vals, no quería cotillón... Pero es todo por ser algo que siempre alegue ser: coherente. Era obvio que nada que saliera de mí iba a ser tradicional y sencillo. Pero así soy yo...los que dicen que soy fea no me han visto en camisón.

No hay comentarios: