lunes, 13 de diciembre de 2010
DURMIENDO CON EL ENEMIGO
Me pasó...a quién no? Me pasó...de nuevo. Lo sorprendente no es que pasara sino que me pasara de nuevo a los 36 años. "No de nuevo decía, no de nuevo" como el spot de radio de Burger King. Me acosté con Dr. Jeckyll y me desperté con Mr. Hyde. Sin pistas, sin preaviso, sin nada...así, al natural, una onda expansiva de demencia de esas que hacen que te bañes de por vida con la ducha abierta por miedo que venga la vieja de Pshycho..o en este caso, ese amoroso que hasta ayer nomás dormía cucharita con vos.
Como reflejo natural una empieza a revisar las ùltimas 48 horas una y otra vez en la cabeza, como Kiefer Sutherland, para detectar algo, una señal, una pista, tal vez un mini brote psicótico omitido. Nacen y se derriban miles de teorías y todas, al fin y al cabo, terminan en lo mismo: lisa y llanamente, te volviste a equivocar. Y para peor en las fiestas! Así que mientras tratamos de desmejorar esa al parecer innata puntería para errarle lo mejor es, la próxima vez, antes de presentárselo a amigos o algùn familiar, armar un encuentro fortuito con un amigo psiquiatra, dejarlo a solas con el susodicho y después recibir el diagnóstico en el bar de la esquina.
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