
Se te rompe el taco de una chatita, se desborda el café en el microondas, se te termina el gas en la estufa, se te lava el mate, se te moja la ropa colgada, volvés 3 días seguidos a una cama destendida, hacés desayuno, almuerzo y cena de delivery, se te cuelga la máquina, se te cuelga la mente, se te cuelga la vida. Ni el gato, ni el perro ni los pescaditos te reconocen. Tus amigos y familia se olvidan de copiarte en los mails o te llaman desde una reunión divertidísima a la que no podés ir. Todos te dicen que no cuando solo querés que te digan sí, el que te tiene que decir sí, te dice que sí, que está seguro de que no.
No conseguís cambio, no conseguís pasaje, no conseguís un taxi...o te pasa de largo no sin antes bautizarte pasando por un charquito. No conseguís dormir, no conseguís calentar los pies, no conseguís calentar el agua, no conseguís calentarte vos, no conseguís calentarlo a él. Pensás que es por tu culpa, por tu culpa por tu Gran Culpa. Pensás que vos tenés la razón y todo el mundo está equivocado. No sos vos, es él, no es él, sos vos, no son ninguno de los dos y es todo el mundo.
Una semana se vuelve un día muy largo y las horas son fracciones de tiempo muy cortas. Un día tiene 4 estaciones, pasás por todos los humores y todas las temperaturas. Te vas vistiendo en capas sin criterio, formás conjuntos inverosímiles, te desvestís de una y todo tu placard se va acumulando a los pies de la cama.
Llueve... llueve y a la lluvia se le suma viento y granizo, los paraguas se dan vuelta y los burletes no sirven. Todas son de cal y ninguna es de arena.
Cuando todo sale mal, lo mejor es sentarse y esperar a que se pase, porque desde abajo como decía esa canción de los 80s, the only way is up. Por eso me calzo el catsuit amarillo con rayas negras y encaro la espada, porque hoy, I am going to kill mil.
1 comentario:
(empatía)
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