
Es increíble lo que hacen las ausencias..te escupen la soledad a la cara en una remera tirada, en un hueco en la almohada, en un olor que recién empezás a reconocer como cotidiano.
Lleva un tiempo de presencia notar las ausencias y eso es difícil para quienes no se detienen demasiado.
Desde hace un tiempo, me siento una Winter Lady, una dama viajera que no puede quedarse un rato, un camino con algunas breves paradas pero sin grandes amores...esos que quedan para los que solo saben detenerse.
Damned you Cohen! Y pensar que subí y bajé en el ascensor del Chelsea en tu honor, solo para recordarte...y vos me hiciste una Dama del Invierno que quiere algo de calor.
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