
Salió muy poco convencida. Pensó que podía casi ennumerar el repertorio de la noche con la misma facilidad que se acordaba de la letra de Mariposa Tecnicolor. Todo sonaba a excusa cuando tenía en cuenta “todas las mañanas que viví y todas las calles donde me escondí“.... el desestresar la cabeza después de un día complicado (no lo son todos?), recuperar los rituales con la familia urbana luego de un largo tiempo ausente debido a un cambio muy momentáneo en su estado civil, ver nuevas caras, reírse un rato....banalidades todas que sonaban a poco.
Encima, y junto con el saco de vestir y el bolso de la laptop debía cargar con el escepticismo propio de una mujer de su calaña.
Qué puede pasar que no haya pasado en 35 años ya? Es más...porqué mejor no dejan de pasar cosas?????
Pero los Amigos, con A mayúsculas, no se rinden fácilmente...y adoran las terapias grupales improvisadas en tertulias que arrancan de bufanda y terminan en manga corta.
El lugar elegido no podía resaltar más la edad que ya no tenían....y las cosas que, por suerte y por desgracia, habían dejado atrás. De a ratos, alguna niña descuidada, con la soberbia que dá la juventud, les alegraba el ego frente a el inevitable fast foward mental que la situaba en la esquina de los Treinta y pico y Donde se fueron los últimos 10 años. Ya te vamos a ver....
La charla era tan escasa como el aire que se respiraba, el espacio personal era permanentemente violentado por el paso de una moza o un nuevo grupo agregado al boliche.
Más preocupada por conseguir un lugar más bien alejado donde descansar la anatomía, pasó rauda y veloz por adelante a uno de los pocos ejemplares contemporáneos que merodeaban el lugar y que eligió, ese preciso momento, para hacer su acercamiento.
Una vez en la mesa, se vio obligada a transmutar su cara de satisfacción cuando sus amigos la interpelaron azorados y en estéreo....había perdido el radar? No se había dado cuenta? Como pretendía cambiar su estado civil con semejante falta de concentración! El galán era, como siempre, amigo de una amigo de la prima de su amiga....que seguro era el ex de una conocida o familiar de alguien que cayó en los Andes, como todo en Uruguay. Utilizó el remoto vínculo para intentar un ballotage....la charla fue breve, concisa, bastó para saber qué hacía, su estado civil y la composición de su grupo familiar: él y un perro labrador...elemental Watson.
Ella escuchó poco y dedicó un breve momento a bucear en sus ojos azules y darse cuenta que, de siquiera intentarlo, seguramente, volvería a acertar en el error. Se fue luego de una cordial despedida y algunas palabras cómplices en secreto al oído de su amiga que, apenas se disipaba la estela del perfume masculino, le comunicó entusiasmadísima el flechazo que ella había provocado en él....
-“Pero no me pidió el teléfono“..medio-preguntó con un dejo de incredulidad....
-“Teléfono? Para qué? Tiene tu nombre y tu apellido, sabe que sos mi amiga, mañana te googlea, te busca en el Facebook o te agrega en el msn“, sentenció la novel celestina.
Se quedó pensando...no es que la jerga electrónica fuera ajena a su persona, y aunque considerando su perfil sociodemográfico, no podía considerarse a sí misma una nativa digital, hoy en día precisaba tanto de su computadora como del sucaryl...y para tomarse el café siempre prefería lugares wi fi. Sin embargo, no pudo evitar el frío en el estómago cuando recordó las viejas épocas del “trabajás o estudiás“.
No llegó a pasar un día y los pedidos de amistad y de inclusión en el msn la acosaron como titilantes promesas de un futuro mejor...al menos más entretenido que su amodorrado presente.
Dudó antes de dar el ok pero lo hizo, aunque por alguna razón resonaba en su cabeza la frase de cabecera de su abuela....hombres eran los de antes.
Con los días aprendió que en la soledad de la noche, el silencio cibernético hace doler los oídos y el corazón.
Una tarde de domingo, antes de “eliminar contacto“pensó en Fito y, aunque nunca llegaría a conocer más allá de sus ojos azules, tuvo ganas de decirle, dormir contigo es estar sola dos veces, es la soledad al cuadrado...es que en la ciudad de Montevideo, muchas veces llueve sobre mojado.
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