
Hay gente que improvisa, otra que se prepara, gente que coordina, algunos que se anticipan y están los sabios que saben orquestar. Realmente esta variante de ser humano merece mi más alto respeto ya que yo, reina de una improvisación que se codea con el desorden, siento que por más años que pasen nunca lograré dominar el arte de coreografear momentos y situaciones de mi vida.
Y por eso muchas veces pierdo el glamour... y me agarran de joguineta y cola de caballo en un super, corriendo por la rambla en el coche como si estuviera en un circuito de Fórmula 1, o manejando el arte de comer, hablar por teléfono, escribir un mail y solicitar un trabajo por señas, todo a la vez mientras me pregunto si podré incluir algo más en mi vida que no sea mi trabajo, mi novio y una planta...aunque pensándolo bien mi último cactus no logró sobrevivirme....
La semana pasada vivencié uno de los mejores esfuerzos de coordinación conjunta que he visto. Una experiencia casi matemática y totalmente fuera del lugar común asignado a este tipo de eventos. Un hecho que en el imaginario colectivo tradicional se presenta como caótico, nervioso, agitado, algo descontrolado pero, a la vez, alegre se convirtió en una experiencia jocosa, relajada que parecía cronometrada al milímetro e involucró a un médico, un perro, una niña de 3 años, otra no nacida, una camioneta y un matrimonio.
Imaginar todos estos elementos coordinados con un 100% de éxito puede resultar difícil.
¿La ocasión? El nacimiento de la no nata anteriormente mencionada...
¿La situación? Una mujer con 3 cms de dilatación ( la madre) y el padre del otro lado del río a merced de la chalupa de turno.
El dia D la progenitora regresa del médico ya avisada de su inminente situación, coordina el regreso del padre en cuestión en el último barco del día, le dá de comer al perro, aprovecha a cobrar una factura, coloca a la primogénita a jugar con amiguita y se recuesta a ejercer su control mental sobre...bueno ya saben sobre qué la idea era que la cosa no progresara rápido.
Película de por medio, el progenitor arriba al hogar, la mayor de la familia también y logran pasar una tranquila noche sin novedades en el frente.
A la mañana siguiente, con el progenitor ya en el domicilio, la progenitora decide que quiere tener un parto diurno...no le gusta que le descuajeringuen la noche. A primeras horas de la mañana, ante los ojos asombrados de toda una playa Pocitos, una mujer MUY embarazada bailotea sola por la arena acompañada por los últimos éxitos de Michael Jackson y su perro labrador...negro. Haciendo caso omiso de las miradas curiosas la imputada solo deja el baile ante la llamada de un progenitor preocupado por la salud -a esta altura tanto física como mental- de su mujer.
Luego del almuerzo y de haber coordinado la tarde de la pequeña en la casa de la amiguita de su preferencia (tenía para elegir y eligió ella), los padres se preparan a abordar la camioneta en dirección al hospital donde el médico ya anunció que la dejará internada...pero la camioneta no arranca.
¿Pero porqué dejar para mañana lo que se puede hacer hoy? Camino al hospital la pareja se detiene a comprar un batería nueva y un tallerista, bastante nervioso por la situación que ya le fue comunicada oportunamente (parto en puerta), se ufana a concretar el reemplazo mientras la parturienta charlotea riéndose del incidente mientras habla conmigo en su celular y su hija come un sandwich en el Oro del Rhin mirando lejos.
La pareja arriba finalmente a las 14.30 al hospital donde es recibida por el médico quién, de paso, les ayuda a hacer los trámites de ingreso mientras conversan.
A las 19.30 la familia se completa....
El año que viene se rumorea que una familia uruguaya ha sido convocada para coordinar la logística de los premios Oscar.
Felicidades AM y AG!
Grande S.G!
Bienvenida LGM!!!
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