HOROSCOPO URBANO

Lo confieso...soy una adicta al horóscopo. Me busco en las últimas páginas de los diarios y revistas, todos los años en diciembre compro a Ludovica, intento encontrarme en el Chino, el Maya, el Azteca...con una necesidad velada que raya lo patológico. Hasta tengo teorías alrededor de ese futuro que otros tejen para mí y que de alguna manera, me releva de la tediosa tarea de mirar para adelante. Siempre digo que uno superó un amor cuando destierra el signo del susodicho de su lectura diaria o semanal del horóscopo..cuando no se alegra con los infortunios que le pronostican en prosa suavizada, o cuando deja de preocuparse porque el diagnóstico le depara alegrías en la vida amorosa, nuevas aventuras o reencuentros con amores pasados.
La realidad es que si uno tuviera un clip de avance cinematográfico de su vida probablemente no se animaría a ir a ver la película entera...mucho menos comprarse un pop, refresco y sentarse en una de las primeras filas.
De todas maneras me atraen y mucho. Tanto que me alegró darme cuenta que la Intendencia Municipal de Montevideo había creado uno para sus usuarios del sistema de Autoparque. De un tiempo a esta parte empecé a ir en coche al trabajo y a comprar el consabido ticket de estacionamiento el cual viene con una palabra clave distinta cada día como forma de evitar la viveza criolla que tiende a encontrar siempre la excepción a la regla.
El primer ticket que compré fue para estacionar mi coche cerca de la sede de DGI donde fui a gestionar el pago en cuotas de un IVA cuasi olvidado...la palabra impresa era ACUERDO: ese día salí con él firmado y hace unos días pagué la última cuota.
La semana siguiente tuve uno de esos lunes que uno agradecería si fuera viernes...cuando me subí al coche y fui a deshechar el inocente papelito la palabra “du jour“ era TOLERANCIA....haberlo leído antes.
El jueves me tocó ASESINATO...y si bien tuve ganas de ceder al impulso varias veces en el día por suerte el horóscopo urbano probó que, al igual que sus colegas, no es infalible....