Me fuí, perdón...no tengo excusa. Capaz que sí, tengo. La vida me sonríe un toque, o sea, tengo vida más allá del laburo, mi familia y los amigos. Por primera vez en muuuuuuucho tiempo estoy en base doble (respiren, sí, leyeron bien, DOBLE la base o sea, con alguién más además de mi persona) lo cual, además de ser desconcertante ha traído consigo algunos efectos secundarios algo alarmantes. Para empezar, mi cinismo se ha visto drásticamente disminuído. Ya no me sale espontáneamente el despotricar con algo de humor y agudeza (dicen que así lo hago y sino por que cuernos siguen este blog) contra el sexo opuesto. Aunque mantengo intacta mi capacidad de detectar los distintos ejemplares masculinos y sus consiguientes patologías, últimamente tiendo a buscarle segundas explicaciones más benignas a los más desmadrados actos de inmadurez de los susodichos que ahora, para variar, no forman parte de mi biografía, sino de cuentos de amigas, conocidas, amigas de amigas y así sucesivamente... Porque señores, finalmente(y toquemos madera) esas cosas me las cuentan, no me pasan a mí. Y eso es una bendición para la mujer y una maldición para la blogger...¿cómo ser ácida si estoy inmersa en un comercial de Paso de los Toros? Y lo peor: todas aquellas mujeres que andaban a 5 cm del suelo, poniendo cara de pelotudas cuando describían a su "cuchis", "gordis" o similar, vuelven a reírse en MI cara de boluda (no se alarmen, no caigo ni caeré en la bajeza de denigrar al pedazo de hombre que me acompaña con tan indignos apócopes, antes muerta...). Otro síntoma de este "feliz acontecimiento" tiene que ver con mis preferencias culturales. Sí señores,es oficial: el amor tiene los mismos efectos que una lobotomía. La mina que se regodeaba en las butacas de Cinemateca con una de Buñuel ahora se emociona con la misma intensidad con Avengers o Madagascar 3. En realidad siempre me jacté de tener lo que se podría llamar un "amplio espectro" en lo que a consumo cultural respecta; de hecho, si pude trazar un paralelismo entre el "Síndrome de Peter Pan" y "Happy Feet" en uno de los más entrañables post de este espacio virtual, es obvio que dentro del menú cinematográfico una incluye fantasías animadas de ayer y hoy...pero el problema es lo que sucede con lo que antes derivaba en largas tertulias con mi socia y compañeros de trabajo a la hora del almuerzo y que ahora se reduce a importantes disidencias con gente que tan felizmente solía coincidir en estos asuntos. En fin, soy feliz y no se me ocurre nada por ahora. Pero ¡no desesperen!, SHO sigo siendo SHO; no cambió la persona, solo la perspectiva, y tengan por seguro que la próxima vez que tenga hambre, frío o ganas de hacer pis y algo o alguien me lo impida, la musa creativa me golpeará el estómago o los esfínteres lo suficientemente fuerte para que la loca de mierda que hay en mí destile ironía....hasta dentro de poco!