lunes, 19 de abril de 2010

EL EFECTO MARIPOSA



Ya está, confirmado, Ricky Martin salió del closet o del placard en el que estaba encerrado ....solo para algunas almas demasiado inocentes (o con muy pocos kilómetros). El cantante boricua (el único sinónimo que logra encontrarle la prensa cuando lo tiene que citar más de dos veces en un párrafo) asumió su sexualidad y desencadenó con sus declaraciones el efecto mariposa...
¿Vieron esa teoría que dice que una mariposa puede batir las alas en una punta del mundo y provocar un tsunami en la otra? Bueno, eso hizo Ricky: tweeteó su manifiesto gay en ese site del pajarito que desvela a los representantes de prensa (porque las celebrities con móvil en mano se vuelven como mono con navaja publicando cuanta foto y cosa se les ocurre en el momento sin consultarlos y cagándoles el negocio) y zás... revolución! Trojas de talk shows analizando a ver si estuvo bien, si estuvo mal en haberse callado toooodos estos años, mucha gente al pedo vaticinándole el fin de su carrera basada en la imagen de macho latino, fans que lo apoyan a morir y otras que lloran como que se hubiera muerto...
Señores, señoras, gays, heteros, vamos....si de la ambiguedad vive el hombre hoy en día. Sino, como podemos explicar los hitazos de Pet Shop Boys o a Kate Perry gritando a los 4 vientos que besó a una chica...y le gustó! El que asevere lo contrario debería abstenerse de bailar cualquiera de Village People en casamientos, cumpleaños de 15 o Bar Mitvás.
Pero lo que más me desconcierta, es, valga la redundancia, el desconcierto de algunas fans.
Para empezar, deberían de haber sospechado en el momento que Ricky se empezó a poner más fuerte que cadenazo en los dientes...¿o hace cuanto que no frecuentan un gimnasio?. No sé como les funciona el Gaydar pero gran parte de la concurrencia que nos distrae de la clase de Power-Lo-Que-Venga frecuenta Chueka, Alexander o Caín. Ni que hablar de las primeras filas del spinnig: esos cuartos traseros capaz de partir una nuez no nos van a acompañar en este largo invierno ni en ningún verano y en vez de soñar con que nos inviten a salir es más realista pensar que nos terminarán pidiendo el fono de nuestro amigo gay adorado, compañero infalible del gym, ese que no responde a los deseos dictatoriales de hijos ni marido y siempre está al firme para acompañarla a una.
Ultimamente vengo comprobando que de 10 tipos solteros viables (si es que podemos juntar 10 con tanta facilidad), 8 son gays y, por ende, están destinados a convertirse en compañeros de shopping, de juerga, de cine, de teatro o de maratones de series de TV...de cualquier cosa menos de cama!. Porque si hay algo que se me dá bien es la amistad con el “tercer género“, por eso no es de extrañar que mi masa crítica de amigos con preferencias sexuales del mismo sexo sea un tanto voluminosa: tanto que es bastante improbable que si es gay y camina por Montevideo y su área de influencia, no sea mi amigo. “¡Un desperdicio!“- diría mi vieja (que aunque se lleva mejor yo con mis amigos, igual sigue pensando que todo hombre que prefiera a otro hombre es, en definitiva, un futuro yerno menos).
Pero aunque estos ojos ya no se asombran con tanta facilidad, y por suerte mi cabeza tiene banda ancha, la verdad que hay cosas que -entiendo- se pasan de modernas...como el cuento de mi prima argentina el otro día.
Resulta que ella tiene un amigo de sus tiempos de facultad, un amigo de esos gambas, que capaz que lo viste bueno en algún momento pero que, por suerte, pasó y dio lugar a una amistad adulta y plena que te hizo presenciar su consolidación profesional, su casamiento y el nacimiento, no de uno, sino de sus dos hijos. Todas estas felices ocasiones constituían un hito, una suerte de mojón en la carretera de esta amistad, en los cuales mi prima y su amigo se iban poniendo a tiro, como en los puntos de relevo de la Vuelta Ciclista. Y fue precisamente en una de esas “paradas“ técnicas en las que el muchacho le confesó que, aunque todo brillaba, lejos estaba del oro. En cuestión de días el matrimonio pasó a la historia y el muchacho encontró apoyo (literal) en un amigo que ya había deshechado a las mujeres de su menú hacía rato. La noticia no se hizo esperar y pronto supimos, no sin asombro (porque en palabras de mi prima “parecía muy machito“) que se había “cambiado de bando“. Y aunque a su cabeza hetero-cuarentona-conservadora, le resultó chocante, honrando su deber de amiga y café mediante no dejó de expresarle su más profundo apoyo y los mejores deseos de felicidad porque ahora, además, el muchacho tenía novio (que como podrán adivinar era el mismo sujeto que le “abrió los ojos“).
Pasó un año en el cual, como una mariposa que se encierra en su capullo, el personaje en cuestión fue mutando de un look chico-malo-intelectual-publicitario-cool-descuidé a una elaboradísima versión porteña de John Galliano. En el mismo tiempo no solo afianzó su relación con su novio y concretó su divorcio de la madre de sus hijos, sino que se consolidó como novel artista plástico. A comienzos de este año, en una abrasadora Buenos Aires, mi prima recibió la invitación al vernissage de una muestra colectiva en la cual su amigo exponía la primer obra conjunta con su nuevo amor. Y allá marchó, sin saber muy bien de qué se trataba y sin muchas ganas de averiguarlo... al fin de cuentas, un cacho de cultura nunca viene mal y menos en verano.
Apenas puso pie en el local fue interceptada por el novio de su amigo que,con profusas expresiones de cariño, la guió, emocionado, hasta la opera prima de la dupla. Y ahí estaba....en tamaño natural: su amigo en pelotas fundiéndose en un abrazo tanguero con su pareja (también en bolas) a los pies del Obelisco. Y la “obra“ proseguía: ellos corriendo por la 9 de julio, los dos subiendo al 60, amasijando en un banco de Plaza Italia... siempre en pelotas y con el pedazo bamboleando a ojos de toda la concurrencia. Las ganas de ser “cool“ y “moderna“ no pudieron más que la imagen del miembro de su amigo ampliado en ploteo adhesivo, mirándola directo a los ojos. Mientras se escabullía hacia el otro lado del local tuvo la “buena suerte“ de darse de pleno con el autor quién, acompañado de su hija de 4 años, la regresó al lugar de origen para explicarle con lujo de detalles y mucho orgullo su fuente de inspiración para el mural en cuestión. Dos días después yo escuchaba a una versión muy alterada de mi prima hacer catarsis desde el cuadradito de la videollamada del Skype : “en pelotas, entendés? Lo ví en pelotas!... yo, el novio Y LA NENA!“ -repetía azorada mientras se fumaba el 5to cigarrillo en una hora, en un vano intento por remover la imagen de su mente.
Pensé en decirle que no era para tanto, que la nena era problema del padre y en cuanto a lo demás, en realidad no sería ni el primer ni el último pedazo que vio en su vida. Que seguro no siempre hace tanta alharaca frente a este tipo de avistamientos y que, de últimas, más vale pedazo conocido que pedazo por conocer..al fin de cuentas era el de un amigo!
Pero me callé e intenté -sin mucho éxito- disimular mi risa tentada imaginando un posible futuro reencuentro de mi prima y su amigo . Es que no importa la amplitud mental de la que se pueda hacer gala, para algunos hay cosas que son, lisa y llanamente, demasiado, digamos...diferentes. Y con esa diferencia y el batir de las alas, una mariposa causa un huracán en el hemisferio sur.

4 comentarios:

Julián Sick dijo...

Muy largo. No te pases de los dos mil caracteres.

sole dijo...

esta brutal !!

La kaba dijo...

Ame tu "banda ancha" aunque no estoy de acuerdo en que de cada 10 hombres tan solo 2 sean Heteros, osea te olvidas de los BI-sexuales!!! si existe un hetero de esos 10 es MUCHOOOO!

Mis notas al lado de las tuyas resultan una NADA en el vacío de los caracteres jjaajjaajjaja

Julián Sick dijo...

Ah. Ja! Y el pequeño trozo de bemol dejó la escalera sudando semen y unas curiosísimas aceitunas de fueguito.